“El Latido del Tambor” - ¿Cómo se evalúan los proyectos en Colegio Jacarandá?

El Aprendizaje Basado en Proyectos y la importancia del pensamiento creativo y crítico sigue siendo un tema de interés y debate en la educación. Es por ello que nos gustaría compartir un poco más de información sobre el desarrollo de estos proyectos dentro del currículum educativo, y los resultados que produce esta forma de aprender. En Septiembre culminó el primer proyecto del año escolar. 

Los estudiantes de pre-media comenzaron el año escolar leyendo el libro “Mi Planta de Naranja Lima” escrito por Jose Maura Vasconcelos. La novela narra la vida de Zezé, un niño de cinco años que vive en un barrio pobre de Brasil. A través de su perspectiva inocente, se exploran temas como la pobreza, la familia y la soledad. Zezé es un niño muy imaginativo y sensible, que encuentra consuelo en su amistad con una planta de naranja lima, a la que habla y confía sus secretos. La relación con su familia es complicada: su padre es estricto y a menudo violento, mientras que su madre está sumida en la rutina y la resignación. A pesar de las dificultades, Zezé muestra una gran capacidad para amar y soñar. La historia se desarrolla en un contexto de sufrimiento, pero también de alegría y esperanza, a medida que Zezé enfrenta diferentes desafíos y encuentra consuelo en su mundo imaginario. Vasconcelos, nos deja con una importante reflexión sobre la infancia, la resiliencia, y el dolor de crecer, con un enfoque emotivo que llega al corazón

Guiados por sus maestros los estudiantes de premedia comenzaron a generar importantes preguntas para su proyecto, conectando los temas del libro con su experiencia en Panamá. 

  • ¿Cómo la música permite al cuerpo representar la cultura? 

  • ¿Cómo a través de la música expreso mi identidad cultural?

  • ¿De qué manera puedo ayudar a personas con discapacidad auditiva a conectarse con la música para expresarse a través de ella?

Para cumplir con su objetivo “valorar la influencia de la música africana en nuestra cultura americana y en nuestras vidas, componiendo piezas musicales como vehículo de expresión y comunicación que permita el encuentro con otros.  Conectando nuestro objetivo con el Objetivo de Desarrollo Sostenible número 4: Garantizar una educación inclusiva, equitativa, de calidad y promover oportunidades de aprendizaje durante toda la vida para todos. 

Viajaron a Colón a visitar la Escuelita del Ritmo, donde aprendieron muchísimo sobre los instrumentos y tradiciones musicales de Panamá que provienen de África. Organizaron la visita del músico Afro-antillanos Panameños Los Beachers. Además recibieron a un luthier Colombiano Osvaldo Parra  que brindó un taller para confección de instrumentos usando materiales reciclados y composición musical. Por último exploraron distintos instrumentos musicales en un taller exploratorio con Enrique Guevara. Fue así que los estudiantes lograron crear sus propios instrumentos para escribir y grabar su canción “Latidos de un Tambor” 

A medida que se acercaba el final del proyecto y los estudiantes finalizaban su canción, se propuso la idea de invitar a La Escuelita del Ritmo para que vieran nuestra presentación. Los estudiantes explicaron todo su proceso de investigación y aprendizaje.  Presentaron su canción, y lideraron un taller para mostrarle a sus invitados como crear sus propios instrumentos musicales. Los instrumentos confeccionados por los estudiantes de Jacarandá y también los que se hicieron durante el taller fueron donados a La Escuelita del Ritmo en agradecimiento del conocimiento compartido y por su grata visita.

Sharo Cerquera, es una de las profesoras que guió a los estudiantes durante este proyecto. “Este ha sido el primer proyecto que hemos realizado para una población específica. El poder invitar a la Escuelita del Ritmo para presentarles los resultados de nuestro proyecto, permitió que los estudiantes interactúaran y midieran el impacto que tuvo el proyecto en su experiencia. Comprobando que logramos nuestro objetivo.”

Para Cerquera, esto ha sido muy importante, “Porque nos permite apuntar a que cada proyecto que realizamos tome en consideración el impacto del mismo. También durante este proyecto nos enfocamos en profundizar en la investigación, utilizar diferentes fuentes para conectar la historia de la afrodescendencia en Panamá y su presencia en la actualidad. Estos datos los utilizamos para darle sentido e importancia al hacer un proyecto sobre esta temática.”

Cuando se aprende viviendo y se vive aprendiendo, todos aprendemos, incluidos los docentes. “Me queda de aprendizaje, que aunque todos los proyectos presentan una problemática, en estes caso la pobreza, es mas poderoso centrarnos en lo que se ha rescatadoy lo que ha hecho que la herencia africana perdure, en vez de los detalles dolorosos, que aunque sirven para sensibilizar a nuestros estudiantes, no es tan relevante en la exposición (presentación del proyecto) sobre todo si la población está presente.”

Evaluar cada proyecto es una parte fundamental de seguir creciendo en nuestro aprendizaje. Cerquera nos explica que en el proceso de creación del proyecto la rúbrica es un instrumento muy valioso para medir el progreso y permitir que los estudiantes se den cuenta cuales son sus fortalezas y sus aspectos a mejorar. “Al medir el progreso semanalmente ellos tienen la posibilidad de comprometerse aún más con su proceso de aprendizaje y seguir mejorando continuamente.  

¿Y qué piensan los estudiantes sobre este proceso de evaluación?

Para los estudiantes de premedia una parte fundamental del proceso de evaluación es la autoevaluación, es ser honestos.  Cuando usamos una rúbrica en lugar de sentarnos a contestar las preguntas en un examen, nos damos cuenta de que fue lo que hicimos mal y donde cometimos errores. Y si somos honestos podemos siempre seguir mejorando. 

Las autoevaluaciones no solo recalcan la importancia de ser honestos con nosotros mismos. También nos marca el camino para seguir creciendo y mejorando, y que cada proyecto sea mejor que el último.

La gran ventaja es que en estos procesos evaluativos, los estudiantes logran identificar y validar lo que han hecho bien y donde aún pueden mejorar su desempeño. Pero cuando nos sentamos a contestar las preguntas de un examen, no sabemos si hemos acertado con la respuesta hasta que se nos entrega el examen calificado. Y cuando se entrega el examen, solo sabes que te equivocaste, no sabes porque, y tampoco sabes la respuesta correcta. En contraste, el proceso de evaluación con rúbrica nos abre el compás para un proceso de evaluación mucho más enriquecedor. 

Y cual es la mayor lección aprendida según estos estudiantes? “Sin interés, no puedes hacer nada bien. ¡Cuando el interés se transforma en compromiso, podemos lograr grandes cosas!



Anterior
Anterior

¿Cómo podemos cultivar un ambiente en nuestra escuela que motive a los estudiantes a hacer preguntas más significativas?

Siguiente
Siguiente

El Pensamiento Creativo y la Búsqueda del Cambio